Celebran en Atlapulco la Danza de los Arrieros, patrimonio del Edomex

La tradicional danza fue declarada patrimonio cultural inmaterial de esa entidad el 14 de abril de 2023, en su 201 aniversario. cortesía INAH

La Danza de los Arrieros, una de las más antiguas tradiciones en la Fiesta del Divino Salvador en San Pedro y San Pablo Atlapulco, estado de México, fue declarada patrimonio cultural inmaterial de esa entidad, el 14 de abril de 2023, al cumplirse 201 años de su práctica.

Según el expediente de la declaratoria, Atlapulco fue lugar de paso de hacendados, campesinos y tlachiqueros. Es una antigua danza que se remonta a cuando los viajeros transportaban mercancías hacia los pueblos y estados vecinos.

Desde 1607, los arrieros de Atlapulco trabajaron al servicio de la Real Casa de Moneda, suministrando carbón a pie; a su regreso al pueblo, acudían al templo para dar gracias a Dios por la jornada, y también rendir cuentas a su patrón.

La recreación de esas experiencias conforman hoy lo que se conoce como la Danza de los Arrieros, que representa a aquellos primeros campesinos con sones, alabanzas y jarabes, que se desarrollan a lo largo de dos días, cuando se trata de la fiesta mayor, y de tres, antes de la Cuaresma, el Miércoles de Ceniza.

Los fundadores, cuyos registros datan el origen de la tradición hacia 1823, fueron Félix Solano y Camilo Zacarías, y los músicos Bartolo Romero (violinista) y Julián Jiménez (guitarrista).

“Ya llegamos los arrieros / de este pueblo de Atlapulco / rendiremos homenaje / a nuestro señor Jesucristo”, dice uno de los primeros cantos, los cuales expresan gratitud.

Bailes, comida y alabanzas recrean ese pasado, con el fin de mantenerlo como un legado vivo de lo que fueron los riesgos que atravesaron.

En dicha región, se calcula que hay más de 100 cuadrillas que la ejecutan a lo largo del año en las diferentes fiestas patronales.

El 6 de agosto, la comunidad de San Pablo y San Pedro Atlapulco, de origen otomí, celebró la Fiesta del Divino Salvador o Señor de la Caña, una de las actividades centrales de la comunidad, para bendecir los productos del campo, con la ejecución de la Danza de Arrieros, gracias a la preservación de los usos y costumbres por 201 años.

La Secretaría de Cultura federal, por conducto del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), atendió a la invitación de algunas de las personas encargadas de la mayordomía 2023-2024: los caseros Maribel Villela Esquivel y Roberto Victorio Padua; los tesoreros Magnolia García Saldaña y Federico Sánchez Mateos; los secretarios Aide Alcántara Salinas y Felipe Montes, así como Salvador Mendieta y Francisco Alcántara Solano.

Villela Esquivel explicó que “este año hay registradas 200 personas para realizar los 33 jarabes. Para nosotros es motivo de alegría y orgullo compartir nuestras tradiciones, porque forman parte de nuestro día a día”.

La fiesta comenzó con una procesión desde las afueras del pueblo (a unos 10 kilómetros de La Marquesa), la cual llegó a la parroquia, donde se ofició una misa. Los hombres y niños que participan en las cuadrillas van vestidos de calzón y camisa de manta, faja, huaraches, morral, sombrero de astilla, paliacate y gabán de lana morados. Cuando se trata de la fiesta principal, el 29 de junio, son rojos.

De la iglesia se sacan las imágenes para colocar el altar en dos corrales techados que flanquean el atrio. Ahí, una a una se ejecutarán las piezas que componen la Danza de los Arrieros, durante la cual los cocineros (pascualitas) preparan mole, arroz, elotes y atole que se servirá a los patrones y a los mismos arrieros, quienes bailan en círculos dentro del corral, comandados por estandartes.

En cada vuelta van contando, bailando y representando una parte de la faena ancestral: la llegada, la comida, el atole, la raya, el registro, la emparejada. Entre las ofrendas llegan panes, fruta, gelatinas, las cuales se reparten entre la comunidad al ritmo de la música que no para, hasta las 23 horas.

Elementos como incienso, semillas de maíz, fruta y tortillas se mezclan con el Cristo al son de las melodías que ejecutan los músicos del pueblo, las cuales, como relata el cronista del pueblo, Alfredo Núñez Callejo, comenzaron con una guitarra y un violín, para después pasar a la pequeña orquesta con trompetas, saxofones, tuba y la batería, como se conoce y viven hoy día, los 6 mil mexiquenses que habitan en Atlapulco, Ocoyoacac, estado de México.

Los responsables de las festividades este 2023-2024 son: Juan Victoria Solano, Rosario Peña, Osvaldo Plata, Marlén Juárez Ramírez, María Elena Díaz, Olivia Ángeles, Artemio Ángeles Villada, Sara Mateos, Marisol Sámano Avilez, Ana Karen y Eduardo Sánchez, Alberto Victoria, Lucero Díaz, Salvador Mendieta, Guadalupe Ramírez y Mónica Rivera, entre otros.