Hipótesis siluriana: el experimento que valora si pudo haber existido una civilización avanzada antes que nosotros

Queremos hacer con vosotros un curioso experimento mental con nombre propio: la hipótesis siluriana en la que presuponemos las posibilidades de que una civilización hubiese existido antes de que apareciéramos nosotros.

Este experimento mental y sus conclusiones fueron descritos por sus autores, Adam Frank y Gavin Schmidt, en un articulo publicado en la revista International Journal of Astrobiology.

Hipótesis siluriana Midjourney/Sarah Romero

¿Qué dice la hipótesis siluriana?

La hipótesis nace de una pregunta. ¿Cómo sabemos realmente que no hubo civilizaciones anteriores en nuestro planeta que surgieron y cayeron mucho antes de que aparecieran los humanos? Los investigadores Adam Frank de la Universidad de Rochester y Gavin Schmidt del Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la NASA iniciaron su experimento mental partiendo de esta cuestión.

“No hemos visto ninguna evidencia de otra civilización industrial”, comenta Frank. “Pero al mirar el pasado profundo de la manera correcta, aparece un nuevo conjunto de preguntas sobre las civilizaciones y el planeta: ¿Qué huellas geológicas dejan las civilizaciones? ¿Es posible detectar una civilización industrial en el registro geológico una vez que desaparece de la faz de su planeta anfitrión? “Estas preguntas nos hacen pensar sobre el futuro y el pasado de una manera muy diferente, incluyendo cómo cualquier civilización a escala planetaria podría surgir y caer”.

Firmas geológicas

Podríamos especular que es posible que las civilizaciones -anteriores a la humanidad- se hayan extinguido por completo y que sus reliquias hayan estado enterradas bajo nuestros pies durante cientos de años. ¿Sería posible encontrar «huellas dactilares geológicas» de una civilización pasada que expiró hace millones de años?

Los investigadores consideraron definir una civilización por su uso de la energía. Los seres humanos comenzaron a quemar combustibles fósiles hace más de 300 años, marcando el comienzo de la industrialización, por ejemplo. Es una forma de dejar una huella geológica en el planeta. También lo serían el calentamiento global, por la liberación de dióxido de carbono y las perturbaciones del ciclo del nitrógeno por los fertilizantes, la agricultura, a través de un gran aumento de las tasas de erosión y sedimentación; los plásticos, contaminantes sintéticos que serán detectables geoquímicamente durante millones o una guerra nuclear, si ocurriera, que dejaría atrás isótopos radiactivos inusuales.

hipótesis-siluriana University of Rochester illustration/Michael Osadciw

Ambos científicos se apresuran a explicar que en realidad no creen en la hipótesis. No hay la menor evidencia de ello. Pero, según dicen, “no puedes saber hasta que miras, y no puedes mirar hasta que sabes qué buscar”.


La hipótesis siluriana en la ficción

Como curiosidad, no es coincidencia que en la longeva serie de ciencia ficción “Doctor Who” aparezca una especie alienígena llamada Silurians: reptiles humanoides tecnológicamente avanzados que vivieron mucho antes que los humanos, ocultándose y siendo básicamente desconocidos hasta que nuestro alienígena viajero en el tiempo favorito apareció en su cabina telefónica. Esta civilización prehumana habría despertado por pruebas nucleares después de 400 millones de años de hibernación (Doctor Who se refiere a ellos como Homo reptilia).

Si el universo es tan vasto, con tantos planetas habitables, ¿por qué no hemos encontrado ningún indicio de vida inteligente? Esta pregunta nos conduce directamente al físico italiano Enrico Fermi y a la paradoja de Fermi, de la que os hemos hablado largo y tendido anteriormente.

Desde la publicación de la hipótesis siluriana, los autores han atraído, como era de esperar, tanto a excéntricos como a académicos. De la misma forma, así como con la paradoja de Fermi, la hipótesis también se relaciona con la famosa ecuación de Drake, utilizada para calcular el número de civilizaciones activas en la galaxia de la Vía Láctea.

Además de ser una hipótesis interesante para reflexionar, tratar de responder a la pregunta también podría ayudarnos a buscar signos de civilizaciones avanzadas en exoplanetas. Es plausible pensar que cuanto más dure la civilización humana, mayor será la señal que uno esperaría en el registro geológico, pero si esa civilización dura lo suficiente, se sobreentiende que sus prácticas serán muy sostenibles y, con ello, menor será la huella en el resto del planeta.

“Si una civilización puede encontrar una forma más sostenible de producir energía sin dañar su planeta anfitrión, dejará menos evidencia de que estuvo allí. Quieres tener una buena civilización a gran escala que haga cosas maravillosas pero que no empuje al planeta hacia dominios que sean peligrosos para sí mismo, la civilización. Necesitamos encontrar una forma de producir y usar energía que no nos ponga en riesgo”, concluye Frank.