Un estudio de la Universidad de Cambridge revela que la deficiencia de vitamina B12 aumenta en un 51% el riesgo de sufrir síntomas de depresión, mientras expertos de la Mayo Clinic destacan su papel fundamental en la salud física y mental. Descubre qué alimentos no deben faltar en tu dieta para evitar esta carencia.
La falta de energía y motivación que acompaña a la depresión suele manifestarse como fatiga. Según los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, cuando esta fatiga no se mejora con un buen descanso, una dieta equilibrada o un entorno de bajo estrés, debe ser evaluada por un profesional médico.
La Organización Mundial de la Salud señala que la depresión surge de una combinación compleja de factores sociales, psicológicos y biológicos. Además, subraya la relación estrecha entre la salud física y la depresión, indicando que la condición física influye directamente en los síntomas depresivos.
Un estudio de la Universidad de Cambridge revela una conexión significativa entre los bajos niveles de vitamina B12 y la depresión, el mal humor y la fatiga. De hecho, el estudio muestra que las personas con deficiencia de esta vitamina tienen un 51% más de probabilidades de presentar síntomas relacionados con la depresión.
El Instituto Mayo Clinic destaca que la vitamina B12 es crucial para la formación de glóbulos rojos, el metabolismo celular, la función nerviosa y la producción de ADN. Sus especialistas advierten que la falta de vitamina B12 puede causar depresión, anemia, fatiga, debilidad muscular, problemas digestivos, daño nervioso y alteraciones del estado de ánimo.
Por ello, es esencial asegurarse de que el cuerpo reciba suficiente vitamina B12, lo cual se puede lograr a través del consumo de ciertos alimentos. La Clínica Universidad de Navarra recomienda incluir en la dieta alimentos como hígado, riñones, sardinas, patés, conejo, caballa, jurel, sesos, arenques, mejillones, mollejas, atún, salmón, huevo, cerdo, cordero, carne vacuna, quesos Gruyére y Emmental, merluza, leche de vaca y morcilla.