Argumentos a favor y en contra sobre la creencia de dios

Desde el inicio de los tiempos han habido conflictos monumentales por solo tratar de imponer una creencia religiosa. La mente humana no ha evolucionado lo suficiente como para suponer que estos problemas vayan a tener un fin cercano o entender que nunca se va a convencer a los otros.

Hay muchos factores que influyen en una creencia, pero eso es una materia amplia. En este artículo lo que quiero es mostrar que cada uno tiene sus propios fundamentos para creer o no y que no tenemos porqué pelear con nadie asumiendo que está equivocado, ya que nadie es dueño de la razón y cada uno tiene sus motivos.

Imagen: Archivo

3 Razones a favor de la existencia de Dios.

1. No tenemos los suficientes sentidos de percepción.

Te has preguntado alguna vez: Si los seres humanos hubiésemos sido hechos sin el sentido de la vista y alguien nos habla de algo llamado Luna, ¿le creeríamos sobre la existencia de dicho astro?.

Lo mismo pasaría con el viento, el frío y el calor respecto sentido del tacto, o bien con el sonido en relación con el oído, etc.

La ciencia ha comprobado la existencia de eventos y cuerpos que existen y que no son perceptibles por ningún sentido de los que poseemos.

Sólo para poner algunos ejemplos: las auras, las zonas de calor captadas por los infrarrojos, las ondas de radio y celulares o el “wi-fi”, etc; son cosas que existen y que como simples humanos somos incapaces de percibir.

Estos ejemplos anteriores son sólo una gota en el océano de fenómenos que la ciencia no ha podido alcanzar a descubrir. Esto sólo en la Tierra, ahora imagínate más allá.

Lo mismo pasa con Dios, no puedes decir que no existe nada más porque no lo percibes o no hay pruebas científicas (con suficiente fundamento) sobre su existencia.

Al menos tienes que ceder con el «beneficio de la duda».

2. Si tiene fe no tiene nada que perder y mucho que ganar

Hay un dicho que dice “Hombre prevenido vale por dos” o en este caso “Hombre prevenido va al cielo (en caso que exista)”.

Puede que un creyente en Dios cumpla y predique las leyes de la Biblia. Según su religión, cumpliendo esto, llegará al cielo y le aterra saber que si no lo cumple, arderá en el Infiero. Esto puede ser motivo de burla para un ateo o alguien que no respete las leyes divinas, porque simplemente para este lo que dice en la Biblia son fantasías.

Así como no existe ninguna prueeba contundente para creer en la existencia creador divino, tampoco hay alguna que lo niegue. Entonces, ¿qué pasaría si se de el caso de que sí es real el argumento de la existencia de Dios?.

El creyente se está jugando una carta. Cuando tanto el ateo como el religioso mueran, hay dos opciones:

  1. Si el incrédulo tiene razón, los dos desaparecen, simplemente.
  2. Si es el hombre de fe el que está en lo cierto, este irá al Cielo, mientras que el otro será un eterno huesped del averno.

¿Cuál de los dos es mejor negocio?.

3. La espiritualidad aplica para los dos bandos.

Si vas a una iglesia de la religión que sea, vas a encontrar a personas concentradas en oración, hablando con Dios. Ellos de una forma u otra están hablando con su espíritu, teniendo una conversación sincera y sustentable con su alma y la fuerza más superior que haya.

Los seres humanos somos creyentes por naturaleza. Todos necesitamos de la congregación o creer en algo, ya sea: religión, creencia política, causa, grupo, filosofía o estilo de vida. Incluso el ateísmo es una de ellas.

Un ateo puede que no crea en Dios como tal, pero practica yoga, la meditación o cualquiera de estas muy recomendables y saludables actividades. Igual que la persona que cree en Dios, el no creyente también es devoto de algo que satisface su espíritu, sólo que con conceptos diferentes.

Como te dije, somos creyentes, no podemos estar alejados de alguna creencia. Incluso si no tienes ninguna de las anteriores, vas a buscar o inventar algo en que creer y adorar. Puede ser alguna película, un arte o cualquier filosofía nueva.

Quizá esto no es una prueba de que Dios existe, pero sí es una muestra de que la espiritualidad de los creyentes en Dios es algo común en todos nosotros, lo que pasa es que unos la ven de una forma y otros de otra.

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7 argumentos ateos o en contra de la existencia de Dios (razones para ser ateo)

1. ¿Dios ama a todos por igual?.

“Dios nos ama a todos por igual”, suelen argumentar las personas de fe. Esto lo dicen a pesar de las incongruencias de todo tipo que pululan en el planeta.

Se dice que todos somos hijos de él y que nos ama; pero, al menos aquí en la vida terrestre, eso no existe. Uno de los principales argumentos de la filosofía en contra la existencia de Dios son las injusticias que sobran en el mundo.

Hay personas que sufren graves enfermedades y otros no. Hay gente que tiene una vida de paraíso, mientras que hay otros que son desgracia tras desgracia.

Es cierto que en este tema influyen mucho las condiciones de vida, la salud y la posición económica; pero volvemos a lo mismo ¿por qué no todos nacen con la misma suerte?.

Otro punto sobre este tema: Se suele decir que suceden los milagros, le suceden a unos pocos, mientras que a otros… completa tu la respuesta.

Por otro lado me vas a replicar: “Esa igualdad aplica en el Cielo, no aquí en la Tierra”. ¿Entonces para qué le piden cada vez que sucede algo malo?. O ¿porqué hablan tanto de milagros?. Aquí hay una incongruencia en los postulados.

2. Frases manipuladoras, control de la información y que producen temor para que no se investigue más

Cuando se demuestra alguna incongruencia en la creencia religiosas, la única explicación es una frase bíblica que acaba con la discusión e impide abordar más sobre el tema.

La frase más popular: “porque me has visto, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron” (Juan 20:29). En este caso se “están curando en salud” ya que puede que una persona en toda su vida no llegue a presenciar ningún indicio como argumento sobre la existencia de Dios.

Si una persona está dentro de algún grupo religioso, se muere de miedo cuando le ponen enfrente cualquier otra frase similar a la mencionada, ya sea proveniente de la biblia o de su líder espiritual. Como resultado no se atreverá a investigar más.

Los mismo sucede con varios grupos y sectas religiosas, censuran cualquier tentación de acceder a otro tipo de información que no sea la que ellos les indican.

3. El miedo a la muerte, a la nada, o a algo a que recurrir en momentos de desesperación

Es muy común escuchar a personas creyentes decir que un ateo no cree en Dios hasta que llega en momento en el que tiene “el agua al cuello” para que salga corriendo y tire abajo sus argumentos ateos para pedirle al Señor que le solucione el problema.

Es que ahí es donde está la situación, la  justificación de su creencia es un ser superior que nos solucione los problemas que nos desesperan.

Todo esto no es más que un alivio al temor a estar desamparados ante tanta situación caótica que nos aquejará tarde o temprano.

Lo mismo paasa con la muerte, sólo imagínate que en cualquier momento vas a morir y que cuando esto suceda vas a desaparecer, simplemente te apagarás y no serás consciente de absolutamente nada. Para ponerlo en perspectiva: ¿Qué sentías, pensabas o hacías 3 años antes de nacer?. No me lo digas, ¿ya también lo pensaste cierto?: no existías y no eras consciente de ello. Lo mismo volverá a suceder, si no hay un más allá después de la muerte.

Lo humanos tememos a la soledad, a la nada, a la desesperación, al dolor, a no poder contar con nadie y a lo desconocido. Las situaciones adversas  y la muerte evocan todas estas sensaciones.

Por lo que un creyente al decirte esta popular expresión, no está más que aceptando que él “tiene fe” sólo como un aliciente ante todas estas circunstancias.