Hay un planeta que desconcierta a los científicos (y te explicamos por qué)

Su nombres es ‘Phoenix’ (o TIC 365102760 b) y está situado a unos 1.800 años luz de distancia de la Tierra.

Es un planeta realmente desconcertante. Apodado ‘Phoenix’, es un mundo que desafía las teorías actuales de la evolución planetaria. Este planeta fue descubierto originalmente por el satélite de estudio de exoplanetas en tránsito de la NASA (TESS) y se caracterizó posteriormente mediante el uso del Observatorio Keck. Y resultó ser un mundo que no debería existir como tal.

Hay un planeta que desconcierta a los científicos (y te explicamos por qué) Midjourney/Sarah Romero

Oponiéndose a las teorías

Phoenix, ha desarrollado una atmósfera hinchada, lo que choca con la realidad de haber sido bombardeado por una intensa radiación de su estrella anfitriona cercana. Ha desafiado todos los pronósticos respecto a la supervivencia planetaria por radiación extrema, ya que con lo cerca que está de su estrella –seis veces más próximo que Mercurio del Sol, que ya es decir-, lo que uno esperaría es que se hubiera erosionado con el paso del tiempo acabando como una roca completamente estéril. Pero cual ave fénix que resurge de sus cenizas, este planeta ha evolucionado para mantener una «atmósfera hinchada».

Se ha aferrado a su atmósfera

El planeta es más pequeño, más caliente y más antiguo de lo que los científicos esperaban para su clase. Es 6,2 veces más grande que la Tierra, por lo que está en la categoría del tamaño de Neptuno (se trata de mundos con radios más pequeños que los de Júpiter, pero más grandes que los de la Tierra). Está seis veces más cerca de su estrella que Mercurio del Sol -orbita su estrella cada 4,2 días-, y para redondear este extraño puzle, la estrella no es un objeto pequeño sino una gigante roja, la siguiente fase en la evolución de estrellas como nuestro Sol, con lo que bombardea con un continuo flujo de partículas al planeta. Debería haber perdido su atmósfera debido a la intensa radiación de su estrella. Pero no ha sido así. Y, al igual que otros exoplanetas hinchados, tiene una densidad muy baja.

«Este planeta no está evolucionando como pensábamos, parece tener una atmósfera mucho más grande y menos densa de lo que esperábamos para estos sistemas», explicó Sam Grunblatt, astrofísico de la Universidad Johns Hopkins y autor principal del estudio que recoge la revista The Astronomical Journal. “La gran pregunta es cómo mantuvo esa atmósfera a pesar de estar tan cerca de una estrella anfitriona tan grande”.

Phoenix es 60 veces menos denso que el más denso de todos los Neptunos calientes Roberto Molar Candanosa/Johns Hopkins University

Este pequeño exoplaneta es similar a otros llamados «hinchados», los tipos menos densos de mundos que se conocen, y podría proporcionar información sobre este tipo de exoplaneta. Los Neptunos calientes habitan relativamente cerca de sus estrellas anfitrionas y Phoenix podría ser un superviviente increíble, aunque no durará para siempre. Los investigadores predicen que entrará en espiral hacia su estrella gigante en unos 100 millones de años.

«Es el planeta más pequeño que hemos encontrado alrededor de una de estas gigantes rojas», dijo Grunblatt. «No sabemos por qué todavía tiene atmósfera cuando otros ‘Neptunos calientes’ que son mucho más pequeños y mucho más densos parecen estar perdiendo sus atmósferas en entornos mucho menos extremos».

Los investigadores están luchando por desentrañar los misterios de este enigmático planeta. Pero parece que el proceso de despojamiento de su atmósfera está ocurriendo a un ritmo más lento de lo que los científicos creían posible. Quizá el planeta era más pequeño en sus primeras etapas antes de que su estrella anfitriona evolucionara hasta convertirse en una gigante roja. Este escenario significaría que la radiación emitida por la estrella fue menos intensa durante ese período y por ello pudo haber retenido su atmósfera. Tanto es así que los investigadores pronostican que la atmósfera se está desintegrando tan lentamente que, posiblemente, sobrevivirá a la muerte del propio planeta.

Es el planeta más pequeño alrededor de una gigante roja jamás encontrado Midjourney/Sarah Romero

«No entendemos muy bien las últimas etapas de la evolución de los sistemas planetarios», dijo Grunblatt. «Esto nos dice que tal vez la atmósfera de la Tierra no evolucione exactamente como pensábamos que lo haría».

Y es que esto mismo podría pasarle a la Tierra. El destino de la Tierra está íntimamente ligado al ciclo de vida de nuestra estrella más cercana, el Sol. En unos 5.000 millones de años, el Sol sufrirá una transformación dramática: se expandirá hasta convertirse en una gigante roja y engullirá a Mercurio, Venus y probablemente incluso a nuestro mundo. E incluso si la Tierra evita ser sumergida directamente en esa vorágine y no es engullida por la ya gigante roja, el intenso viento solar y la radiación del Sol podrían destruir gran parte de su atmósfera, alterando drásticamente el clima y volviendo a nuestro planeta inhóspito para la vida tal y como la conocemos.

Sistema solar Midjourney/Sarah Romero