¿Quién dijo que la química es aburrida?

Descubre cómo la química transforma nuestro mundo en cada reacción, desmintiendo el mito de que es una ciencia monótona.

Les invitamos a un viaje fascinante a través del universo de las sustancias químicas, donde cada molécula cuenta su propia historia. Vamos a explorar este reino con humor y creatividad científica, revelando una colección de estructuras que han sido bautizadas con nombres verdaderamente pintorescos y divertidos.

Imaginen que cada compuesto químico es una celebridad en una alfombra roja, esperando a ser presentado con su nombre extravagante y, a veces, hilarante. Pasen y vean…

Moléculas nanoputienses

Se trata de un conjunto de moléculas orgánicas con formas antropomórficas. Aunque pueda parecer extraño, es exactamente así. Estas moléculas fueron descritas por primera vez por Stephanie H. Chanteau y James M. Tour en un artículo titulado Synthesis of Anthropomorphic Molecules: The NanoPutians. Este proyecto surgió como una iniciativa educativa para los estudiantes de la Universidad Rice, en Houston. Hay de todo: nanoatleta, nanochef, nanomonarca… e incluso un nanoairjodan. Una locura.

Las moléculas nanoputienses son un conjunto de moléculas orgánicas con formas antropomórficas. Créditos: Wikipedia

Ácido angélico

El ácido angélico es un compuesto químico que se encuentra en la planta Angelica archangelica, cuyo nombre proviene de la creencia popular de que fue un regalo del arcángel San Gabriel. Este ácido fue aislado por primera vez en 1842 por el farmacéutico alemán Ludwig Andreas Buchner. Se presenta como un sólido volátil con un sabor fuerte y un olor ligeramente ácido. De manera socarrona, se llama angelatos a las sales derivadas de este ácido. Algunos ejemplos incluyen el angelato de isobutilo y el angelato de isoamilo, ambos presentes en algunos aceites esenciales aromáticos.

El ácido angélico es un compuesto químico que se encuentra en la planta Angelica archangelica. Créditos: Wikipedia

Draculina

Esta molécula es una fascinante proteína con un nombre que evoca imágenes de vampiros y mitos oscuros. Sin embargo, su origen y función son mucho más terrenales y científicos. Draculin es una glicoproteína presente en la saliva de los murciélagos vampiros (Desmodus rotundus). Fue descubierta debido a su papel crucial en el metabolismo de estos animales.

Cuando un murciélago vampiro muerde a su presa, la draculina actúa como un anticoagulante muy potente. Esta proteína inhibe la coagulación de la sangre, permitiendo que el murciélago se alimente del flujo sanguíneo sin que la herida se cierre rápidamente. Es un proceso esencial para la dieta hematófaga de los murciélagos vampiros y ha intrigado a los científicos por su eficiencia y efectividad.

Draculin es una glicoproteína presente en la saliva de los murciélagos vampiros. Créditos: Wikipedia

Picachurina

Es una proteína ocular de gran relevancia en el campo de la neurociencia y la biología molecular. Su peculiar nombre está inspirado en Pikachu, el famoso personaje de la serie Pokémon. La picachurina fue identificada por un equipo de investigadores japoneses que buscaban comprender mejor las complejas interacciones que permiten la visión. El electrizante carácter de esta proteína les hizo pensar en su Pokémon favorito y la representaron gráficamente de color amarillo para destacar sus propiedades.

Esta proteína juega un papel crucial en la sinapsis entre las células fotorreceptoras y las células bipolares en la retina. La picachurina facilita la transmisión rápida y precisa de señales visuales, esencial para la visión clara y nítida. Su importancia en la visión y su nombre memorable la hicieron digna de la portada de la prestigiosa revista Nature Neuroscience en agosto de 2008, destacando su descubrimiento como un avance significativo en la biología ocular.

El artículo en Nature no solo atrajo la atención por el nombre ingenioso, sino también por las implicaciones potenciales de este hallazgo. La investigación sobre picachurina abrió nuevas vías para entender y posiblemente tratar ciertas formas de ceguera y otros trastornos visuales.

Portada de la prestigiosa revista Nature Neuroscience en agosto de 2008. Créditos: Nature

Ácidos zaragocicos

Son una familia de sustancias identificadas por primera vez en una cepa de hongos procedente del río Jalón en Zaragoza, de ahí su nombre. Los estudios iniciales sobre el ácido zaragocico revelaron que tienen una estructura compleja y una actividad biológica significativa, lo que lo convierte en un candidato interesante para diversas aplicaciones científicas y médicas.

Estos compuestos se caracterizan por su capacidad para inhibir ciertas enzimas, lo que puede tener implicaciones terapéuticas. Por ejemplo, se ha investigado su potencial como agente antifúngico y antibacteriano, aprovechando su capacidad para interferir con procesos bioquímicos vitales en organismos patógenos.

Desde su descubrimiento, estos ácidos han sido objeto de numerosos estudios que buscan desentrañar su mecanismo de acción y sus posibles beneficios terapéuticos. Los investigadores están particularmente interesados en sintetizar derivados de esta molécula que puedan tener una mayor efectividad o menos efectos secundarios en aplicaciones médicas.

Sonic hedgehog

Comúnmente abreviada como SHH, es una proteína crucial en el desarrollo embrionario y la señalización celular en animales. Su nombre curioso y memorable proviene del famoso personaje de videojuegos Sonic the Hedgehog, un homenaje que resalta tanto la creatividad como el sentido del humor de los científicos que la descubrieron. Este nombre fue elegido por el investigador británico Robert Riddle, quien identificó la proteína mientras trabajaba en la Universidad de Harvard en la década de 1990.

Sonic Hedgehog pertenece a la familia de las proteínas Hedgehog, que también incluye a Desert Hedgehog (DHH) e Indian Hedgehog (IHH). Estas proteínas juegan roles vitales en la regulación del crecimiento y desarrollo de los tejidos y órganos. En particular, SHH es esencial para la correcta formación de las extremidades, el sistema nervioso central y otros órganos durante el desarrollo embrionario. Actúa como una señal que guía el crecimiento celular y la diferenciación, asegurando que las células se desarrollen en el lugar y momento adecuados.

Una de las funciones más destacadas de Sonic Hedgehog es su papel en el desarrollo del cerebro y la columna vertebral. Regula la formación de la placa neural y las estructuras asociadas, lo que es fundamental para el desarrollo del sistema nervioso central. Además, SHH está implicado en la formación de las extremidades, donde su gradiente de concentración determina el patrón de crecimiento de los dedos.

La importancia de Sonic Hedgehog no se limita al desarrollo embrionario. También está involucrada en la regeneración y reparación de tejidos en adultos, y su mal funcionamiento puede llevar a enfermedades graves. Mutaciones en el gen que codifica la proteína SHH pueden resultar en defectos de nacimiento como holoprosencefalia, una condición en la que el cerebro no se divide correctamente en dos hemisferios. Además, la desregulación de la vía de señalización de SHH se ha asociado con diversos tipos de cáncer, incluidos los cánceres de piel y cerebro.

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Luciferina

La luciferina es una molécula fascinante que desempeña un papel crucial en el fenómeno de la bioluminiscencia, el proceso por el cual ciertos organismos vivos emiten luz. Esta sustancia química, junto con la enzima luciferasa, es responsable de generar luz mediante una reacción química que convierte la energía química en luz visible de manera muy eficiente, con mínima pérdida de calor.

La luciferina es una molécula fascinante. Foto: Wikipedia

La etimología de la palabra luciferina proviene del latín. La raíz «lucifer-» se deriva de «lux» que significa luz y «ferre» que significa llevar o portar. Por lo tanto, «lucifer» literalmente se traduce como portador de luz.