«El Ruiseñor Mexicano»: Angela Soprano, la soprano del siglo XIX de reconocimiento mundial

La soprano mexicana fue considerada la mejor del mundo en su momento, situación que contrasta con la inverosimil razón que provocó la declive de su carrera

Angela Peralta «El Ruiseñor Mexicano» interpretó ópera en extinto Gran Teatro Nacional. Foto: IMER e INAH

El siglo XIX fue uno bastante complicado y violento para México, con pocos atisbos positivos, siendo uno de ellos la historia de Angela Peralta, «El Ruiseñor Mexicano» que destacó y fue reconocido en distantes partes del mundo debido a su brillante voz, de la cual, no quedó registro alguno.

María de los Ángeles Manuela Tranquilina Cirila Efrena Peralta Castera, mejor conocida como Angela Peralta, nació en la Ciudad de México en 1845. Su talento era tan sobresaliente, que desde niña notaron el potencial de su extraordinaria voz, tan sólo a los 8 años de edad cantó la cavatina del Belisario de Gaetano Donizetti, interpretación que le valió una beca para estudiar en el Conservatorio Nacional de Música.

Fue alumna de Agustín Balderas, miembro del jurado del Concurso para musicalizar el Himno Nacional, y su talento estalló. A los 15 años debutó en el Gran Teatro Nacional, interpretando a Leonora de El Trovador de Verdi y su padre, convencido de que su hija estaba destinada a grandes cosas, la acompañó a Europa para que se perfeccionara en la escena., explica el Instituto Mexicano de la Radio (IMER).

Al llegar a Italia, Angela comenzó a interpretar papeles femeninos principales como del bel canto, donde recibió la guía de Pietro Lampertti. Con el tiempo y más interpretaciones, Peralta en su momento fue considerada como la mejor soprano del mundo, hecho que se consolidó con su interpretación de Lucia de Lammermoor (La sonnambula) el 13 de mayo de 1862, función que se volvió memorable en el Teatro de la Scala de Milán, donde incluso salió 32 veces a escena para agradecer las estrepitosas ovaciones.

Con grandes triunfos recorrió los teatros de Génova, Nápoles, Roma, Florencia, Bolonia, Lisboa, París, Barcelona, Madrid, El Cairo, Alejandría y San Petersburgo, e incluso se presentó en Nueva York y La Habana, antes de regresar a México en 1865 por invitación del emperador Maximiliano. explica el sitio web del Gobierno de México.

Angela Peralta. Foto: IMER

La infidelidad que marcó el declive de la carrera de Angela Peralta

Antes de realizar su viaje a México, Angela contrajo matrimonio con Eugenio Castera, situación que estaría relacionada con su trágico final. En Europa destacaron composiciones como Adiós a MéxicoLejos de ti o Nostalgia. Posteriormente, en 1871, Peralta regresó a México para realizar un tour en varios estados de la República, al terminar volvió a Europa.

En 1877, Angela Peralta volvió al país con su gran opera prima, Aída, de Giuseppe Verdi, en el Gran Teatro Nacional, donde también estrenó Gino Corsini, ópera del mexicano Melesio Morales.

Gran Teatro Nacional. Foto: INAH

No obstante, en pleno apogeo de su carrera, un suceso que en la actualidad podría parecer trivial, en su momento le costó el declive de su trayectoria. Y es que se hizo del dominio público al amorío que sostuvo con Juan Montiel y Duarte, quien era administrador de su compañía operística.

Lo que generó controversia además de la infidelidad, fue que esto sucedió antes de que falleciera su entonces esposo, detalla el sitio web del Gobierno de México.

Aunque recorrió los lugares más recónditos del país en busca de aceptación, no pudo reconquistar al público y finalmente falleció a la edad de 38 años, víctima de una epidemia de fiebre amarilla el 30 de agosto de 1883, día en el que contrajo nupcias con su amante Julián Montiel y Duarte in articulo mortis, explica el sitio web del Gobierno de México.

Al triste final del «Ruiseñor Mexicano», se le suma que no quedó registró alguno de su extraordinaria voz, por lo que, la mayor aproximación que podríamos tener es a través de testimonios de aquella época.