Festival Primavera Sound 2022: un festival gigantesco

Pop, folk, electrónica y hip-hop acaparan un cartel interminable con notable peso femenino. La cita empieza este jueves y acabará el 12 de junio, este es el Festival Primavera Sound 2022.

Flyer del Festival Primavera Sound 2022

Seis minutos. Eso es lo que se tarda en leer el cartel del Primavera Sound 2022 a velocidad de listado de reyes godos. Seis minutos. Y no se incluye la programación del Primavera en salas, que en los días laborables unirá musicalmente los dos fines de semana del festival, que este año adopta un formato excepcional que ya no se repetirá con su apertura en 2023 de nueva edición en Madrid. El certamen barcelonés, que se celebra del 2 al 12 de junio, hace cierta la afirmación de que en este sistema económico no se tiene que ser grande, sino el más grande. Hay varias formas de hacerlo y el Primavera ha escogido mostrar músculo en su vigésimo aniversario con una edición titánica, inabarcable y exhaustiva que cuenta con 16 escenarios repartidos entre la plataforma marítima y la playa de Sant Adrià de Besòs. Una descomunal oferta musical de la que se espera que disfruten unas 80.000 personas cada fin de semana.

Así como hace años los festivales se deseaban monolíticos en cuanto a los estilos representados, con el paso del tiempo el eclecticismo y la variedad se han ido abriendo paso, tal y como avanzó el Doctor Music Festival antes de la aparición de las redes y la fragmentación del mercado. De esta forma, el Primavera pone siempre que puede distancia con la ortodoxia indie que lo vio nacer, a pesar de que grandes figuras como Yo La Tengo, Low, Gorillaz (una parte de Blur), The Smile (una parte significativa de Radiohead), Ride, Slowdive, Pavement, Dinosaur Jr, Jesus & Mary Chain o Mogwai no faltan este año. Tampoco otros han solido hacerlo.

A ellos se suman nombres de relieve asentado como Dua Lipa, Beck, Autreche (en el primer indie, la electrónica era anatema), Nick Cave (el luto le persigue), o actual: Lorde (me duele vivir), Charli XCX (pop maximalista), Beach House (pop flotante) Tame Impala (psicodelia pop sin hongos) o The National (pop-rock de mayores con efluvios campestres). La consolidación del hip-hop tiene en Tyler The Creator, Run The Jewels y Playboi Carty tres puntales, para dejar a Megan Thee Stallion como la gran dama del hip-hop y estrella rutilante de un género en el que ya no solo hay testosterona.

Entre los nuevos nombres, o seminuevos, que el tiempo pasa con la velocidad de un beat, destacan los de Dry Cleaning (su cantante dice, no canta estrictamente), Helado Negro (mezcla ecuatoanglosajona de sonidos apacibles), Arooj Aftab (extrema ingravidez asiática cercana al sufismo), Burna Boy (afro-hip-hop), Pa Salieu (hip-hopero anglogambiano), The Weather Station (pulido rock adulto), The Armed (hardcore mutante), Kacey Musgraves (country-pop), Black Midi (punk progresivo) o Black Country New Road (entre post-punk y rock experimental). A destacar también la importancia de las mujeres en el cartel, reflejo de una época en la que ellas brillan por calidad, pertinencia y sentido. Adscritas mayormente al folk y derivados o al R&B, nombres como los de Kehlani, Jorja Smith, Clairo, Mariah The Scientist, Bikini Kills, Mavis Staples, Brittany Howard, Little Simz, Jamila Woods, Faye Webster, Jenny Hval y Caroline Polachek resaltan en un cartel que verá a la inspiradísima Cassandra Jenkins en una sala diminuta como Sidecar y a Megan Tee Stallion en otra sala para ella tamaño pitufo, Razzmattazz, dos de las docenas de salas que mantendrán el festival entre semana.

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