Homenajean a Octavio Paz a 33 años de su Premio Nobel

En 1990, la Academia Sueca premió al escritor mexicano «por su escritura apasionada y de amplios horizontes”

Octavio Paz es el único mexicano reconocido con el Premio Nobel de Literatura. Foto: Moisés Pablo Nava / Cuartoscuro

A 33 años de que se diera a conocer que el poeta y escritor mexicano Octavio Paz sería reconocido con el Premio Nobel de Literatura ―el 11 de octubre de 1990―, estudiosos de su obra le rindieron homenaje y recordaron el discurso con que éste aceptó el galardón en Estocolmo.

El evento tuvo lugar en la Casa Marie José y Octavio Paz, edifico donde actualmente se resguarda y exhibe el galardón y el diploma que le fueron dados al autor de «El laberinto de la soledad», por la Academia Sueca, “por su escritura apasionada y de amplios horizontes, caracterizada por la inteligencia sensorial y la integridad humanística”.

PRESTIGIO AL PREMIO

Paz le dio al Nobel mucho más prestigio que el que él recibió de éste. El Paz, ya consagrado, no necesitaba el salvo conducto de un Nobel para universalizar una presencia que ya era universal. En cambio, sí permitía, que la academia no sólo premiara a un escritor, sino a una asombrosa amalgama de perfiles de intelectuales”, expresó el poeta Armando Gonzáles Torres.

El escritor agregó que, de hecho, la entrega del premio a Paz fue un reconocimiento “dilatado”, que pudo haber terminado como muchas otras omisiones en las que ―se podría discutir― ha incurrido en un gran número de ocasiones la Academia Sueca, por diversas razones, ya que el premio implica varios factores, como la reivindicación de pueblosvalores políticosbúsqueda de equidad, que van más allá de sólo la calidad literaria o intelectual.

Tras hacer un recorrido por la carrera del escritor, que destacó por su obra poética y literaria, pero también por su capacidad crítica hacia todo tipo de actitudes dogmáticas y totalitaristas, Gonzáles Torres mencionó que entre las razones por las que le dieron a Paz el premio fue por ser “el primero en pensar la poesía desde un ámbito universal”, incluso antes que varios poetas europeos, concentrados sólo en las poéticas occidentales.

AL CENTRO DEL DEBATE

En su participación, el novelista y diplomático Edgardo Bermejo, destacó el hecho de que Octavio Paz fue y sigue siendo a la fecha el único mexicano reconocido con el Premio Nobel de Literatura, aunque mencionó que Alfonso Reyes fue candidato en cinco ocasiones al mismo. Asimismo, mencionó que este premio fue una gran sorpresa, pues el Nobel sólo se ha entregado en nueve ocasiones a autores en lengua española, y sólo en cuatro a hispanoamericanos: Gabriela Mistral, Miguel Ángel Asturias, Pablo Neruda, Octavio Paz y Mario Vargas Llosa.

También puso en contexto el premio, el cual sucedió un año después de la caída del muro de Berlín, en un momento en que Paz tenía un enorme peso internacional, en tiempos en que había sido condecorado con el Premio Alexis de Tocqueville, uno de los más importantes de Francia.

“Paz estaba en ese momento en el centro, promoviendo desde su liderazgo de intelectual internacional, la discusión de lo que estaba pasando después de la caída del muro. De manera, que todo esto nos habla que la academia no sólo estaba premiando a un autor en español y mexicano, sino a un referente de la nueva discusión internacional a partir de 1989, un premio a un autor emblemático y líder de la crítica y pensamiento occidental, que va más allá del español”, dijo el también novelista,

Tras descartar categóricamente que el premio a Paz fuese una obra truculenta del gobierno de Salinas de Gortari para coronarse, el diplomático refirió varios temas que se pueden encontrar en el discurso de aceptación del Nobel de Paz, entre ellos el lenguaje español, la cultura mexicana como una gran diversidad de culturas; la lucha contra los totalitarismos, e incluso problemas ambientales, con un ojo crítico y al mismo tiempo poético e íntimo.

Por su parte, el poeta Ursus Sartoris, señaló que Paz recibió el premio con gran mesura y como un signo de humildad, y exhortó a que se lea más al nobel, que con su obra incitó a buscar el presente, que es la búsqueda de la realidad.