Dos fragmentos del planeta Tea están incrustados dentro de la Tierra

Un descubrimiento histórico: los científicos han encontrado evidencia de este hecho en las profundidades del núcleo de nuestro planeta.

Hace unos 4.500 millones de años, la Luna se formó en un impacto catastrófico entre la protoTierra (Gaia) y un objeto del tamaño de Marte al que llamamos Tea. Ahora, los geólogos de Caltech han descubierto que esta histórica colisión no solo sigue teniendo eco en nuestro satélite, sino también en estructuras enterradas en lo profundo del manto terrestre, según relatan los expertos en un estudio publicado en la revista Nature. Han descubierto evidencia que sugiere que dos masas masivas ubicadas en las profundidades del núcleo de la Tierra son los restos de ese antiguo planeta que chocó con nuestro mundo hace tantos millones de años.

Dos fragmentos del planeta Tea están incrustados dentro de la Tierra Hernán Cañellas

Trozos de Tea acabaron dentro de la Tierra

«La formación de planetas terrestres concluye con una serie de impactos gigantes entre embriones planetarios del tamaño de la Luna y Marte», explicó Qian Yuan de Caltech. «El escenario de impacto gigante, bien estudiado, implica que un protoplaneta, Tea, colisione con la protoTierra».

Todo proviene de anteriores hallazgos en los que los geofísicos descubrieron zonas de roca del tamaño de un continente en la base del manto de la Tierra donde las ondas sísmicas viajan anormalmente lentas, lo que sugiere que la roca allí es más densa que el resto. Cada una de estas estructuras, dos veces el tamaño de la Luna, mostraba proporciones elementales diferentes a las del manto circundante. Fueron denominadas “grandes provincias de baja velocidad” o LLVP debido a las ondas sísmicas más lentas que las atravesaron a causa de una cantidad desorbitada de hierro en estas regiones. Este alto contenido de hierro significa que las regiones son más densas que sus alrededores, lo que hace que las ondas sísmicas que las atraviesan se ralenticen y dan lugar al nombre de «provincias grandes de baja velocidad».

«Nuestros hallazgos desafían la noción tradicional de que el impacto gigante condujo a la homogeneización de la Tierra primitiva», puntualizó Hongping Deng del Observatorio Astronómico de Shanghai (SHAO) de la Academia de Ciencias de China. «En cambio, el impacto gigante que formó la Luna parece ser el origen de la heterogeneidad del manto temprano y marca el punto de partida de la evolución geológica de la Tierra a lo largo de 4.500 millones de años».

Los investigadores han planteado durante mucho tiempo la hipótesis de que la Luna se creó a raíz de un impacto gigante entre la Tierra y este protoplaneta, pero nunca se ha encontrado ningún rastro de Tea en el cinturón de asteroides o en los meteoritos. Este nuevo estudio sugiere que la mayor parte de Tea fue absorbida por la Tierra y los restos residuales del impacto se fusionaron en la Luna.

Simulaciones informáticas

Los científicos llegaron a esta conclusión con la ayuda de simulaciones por ordenador cuyo objetivo era explicar por qué existe una anomalía masiva en las profundidades del interior de la Tierra.

Las simulaciones muestran que los mantos superior e inferior tienen diferentes composiciones y estados después de ese histórico encuentro que propició el nacimiento de la Tierra. El manto inferior es mayoritariamente sólido y con poca contaminación de Tea; aproximadamente el dos por ciento del material del objeto en colisión penetró a esa profundidad. El manto superior, sin embargo, es una mezcla entre el material de Gaia y de Tea.

Estas regiones son importantes porque habrían desempeñado un papel clave en la evolución del manto, lo que a su vez habría afectado la formación de supercontinentes y las placas tectónicas de nuestro planeta. «Nuestras simulaciones canónicas de impactos gigantes muestran que una fracción del manto de Theia podría haber sido entregada al sólido manto inferior de la protoTierra», dicen los expertos.

Colisión cósmica Midjourney/Sarah Romero

Puede que sea necesario un suministro considerable de rocas lunares para que los científicos las examinen y determinen si las manchas enterradas son en realidad restos de una antigua Tea, tal y como se espera. Si los materiales en esas zonas son lo suficientemente densos como para resistir la mezcla con el manto suprayacente a medida que éste fluye lentamente a través de ellas, dice, «pueden sobrevivir a lo largo del tiempo geológico».

“Tiene sentido, por lo tanto, investigar a continuación qué consecuencias tuvieron para la evolución más temprana de la Tierra, como el inicio de la subducción antes de que las condiciones fueran adecuadas para la tectónica de placas de estilo moderno, la formación de los primeros continentes y el origen de los más antiguos. minerales terrestres sobrevivientes”, concluyen los investigadores.