El papa Francisco condena la desproporción en los ataques y pide un alto el fuego inmediato en el Líbano e Israel

El pontífice critica la inmoralidad de los ataques desproporcionados y expresa su dolor por las devastadoras consecuencias del conflicto en Oriente Medio, instando a un cese inmediato de las hostilidades y a la liberación de rehenes.

El papa Francisco habló de sus temores y esperanzas respecto a las guerras que se han desatado en el mundo.

El papa Francisco declaró este domingo que «la defensa siempre debe ser proporcional al ataque» y que cuando «es tan desproporcionada, se vuelve inmoral», al ser consultado sobre los bombardeos de Israel en el Líbano, que han causado miles de víctimas mortales.

«No comprendo completamente cómo se han desarrollado los acontecimientos, pero la defensa debe ser proporcional al ataque, y cuando algo es desproporcionado, se percibe una tendencia dominadora que supera los límites de la moral», expresó Francisco refiriéndose a los ataques.

Para el pontífice, «un país que utiliza la fuerza de manera desmedida, y me refiero a cualquier país, está actuando de forma inmoral». Además, señaló que, aunque «la guerra es inmoral«, existen algunas reglas morales, pero «cuando se hacen cosas así, es como decimos en Argentina, actuar con mala intención».

El Ejército de Israel ha continuado con fuertes bombardeos en varias áreas del Líbano, después de que el sábado se confirmara la muerte del líder del grupo chií Hizbulá, Hasán Nasrala.

Aparte de los cientos de muertos y heridos, cerca de un millón de personas han sido desplazadas en los últimos días en el Líbano como resultado de los intensos ataques israelíes, lo que ha generado la mayor operación de desplazamiento en la historia del país, según el primer ministro libanés, Najib Mikati.

Horas antes de estas declaraciones, durante el ángelus tras la misa que celebró en el estadio ‘Rey Balduino’ en Bruselas, Francisco pidió un alto el fuego inmediato en el Líbano y condenó los terribles efectos de la guerra sobre la población.

«Sigo con profundo dolor y preocupación el agravamiento y la expansión del conflicto en el Líbano. Esta guerra está causando estragos devastadores en la población. Demasiadas vidas se siguen perdiendo diariamente en Oriente Medio», lamentó el papa.

Francisco también hizo un llamado «a todas las partes para que cesen inmediatamente las hostilidades en el Líbano, Gaza, Palestina, e Israel, y que se liberen a los rehenes y se permita la llegada de ayuda humanitaria».