Ese vicio delicioso

VICIO?

Está sentado bajo la noche, aquí en el Club San Luis estrellas rojas brillan en el techo, la orquesta estalla, nos dedican una canción: El Gran Varón, terrible y hermosa pieza de ficción escrita en 1986 por Omar Alfanno e interpretada por Willie Colón, fue prohibida en la radio. Simón, el protagonista, muere en defensa de su libertad ante su padre Andrés. La escucho, pienso en lo que hablamos una tarde: “nadie somos lo que esperaban nuestros padres”, qué alivio, el proceso es único y temerario, entender que un vórtice de la libertad es no ser lo que otros esperan de nosotros puede asustarnos. Nuestros actos también se cansan de nosotros, intentamos justificarlos todo el tiempo, algunas cosas sólo son, existen y se desdoblan en una hermosa rebelión, en ese derecho de rebelarse sin ser reprimido. Rebelarse es existir más allá de los prejuicios que tenemos sobre nosotros mismos. Su sonrisa plena es una rebelión ante el mundo que nos acecha con sus hienas y sombras.

Está sentado bajo la noche, su vaso con agua mineral tiembla, los ojos reflejan una vida asombrosa. Lo imagino en su cuarto bailando solo, hojeando revistas en las que aparecían los Ramones, T.Rex, Bowie, Lou Reed, New York Dolls. Las chicas vestidas de negro bailan en la pista de madera, el rímel que esconde la mirada íntima de sus vidas secretas se diluye entre una cumbia rebajada. Sus pies bailan sin tocar el paquete que está junto a ellos, un disco de los Teen Tops que acaba de comprar en Georgetown Records, tal vez la mejor tienda de viniles de la CDMX, abrió en 2016 este gabinete de delicias es una sucursal de la mítica tienda en Seattle, ayer firmó ahí la edición en español de su libro Some New Kind of Kick. Ese vicio delicioso, libro editado por Liburuak (2023). Sí, escribo de Kid Congo Powers y de ustedes que con sus rebeliones destrozan la normalidad, no se rindan nunca, permanezcan entre aquellos que bailan.

La noche nos escupió aquí tras comer unos tacos en el Califa, cuyo pastor con un discreto sabor canela bien escondido en el achiote nos embarró su aroma en narices y dedos. El taco al pastor es tal vez el segundo platillo icónico de nuestros lagos muertos y sepultados en concreto, ¿el primer sitio se lo podríamos dar a la torta de tamal…la poderosa guajolota?  Una pareja baila, ella acaricia la cara de ese hombre con una complicidad que da una envidia sarnosa, él la mira con hambre de todo, se aprietan suavemente contra sus corazones mirándose como si no existiera el mañana, el amor: esa rebelión salvaje. Globos dorados cuelgan del techo, anuncian ya el año 2024. Alza su vaso, brinda con alegría desmedida que desborda su risa. A veces la autodestrucción es el inicio de caminos más interesantes como existir genuinamente, algunas personas no tienen tantas agallas para recoger sus pedazos o venderlos al fierro viejo. Los caminos del rock and roll son misteriosos, hoy Kid Congo nos dará la magia en el MonkeyBee Festival. Continúa deslizándote…