Harald Blåtand: El rey del Bluetooth

Harald Blåtand, que fue rey de Dinamarca y también de Noruega a finales del siglo X, inspiró el nombre por el que es conocido el estándar de tecnología Bluetooth.

A veces algo nuevo pasa a convertirse en algo cotidiano y su nombre se integra en nuestro vocabulario sin preguntarnos de dónde proviene esa palabra. Y es que no siempre está claro el origen. Sí lo está en términos como ‘smartphone’ (basta con unas nociones básicas de inglés) o ‘tableta’ (basta con ver la forma del dispositivo), pero, ¿y ‘bluetooth’? Aquí el inglés no aclara nada. ¿A quién se le ocurrió llamarle ‘diente azul’ a una tecnología inalámbrica de radiofrecuencia? A Jim Kardach y lo hizo pensando en un rey vikingo.

La creación del estándar bluetooth es uno de esos momentos en los que varias compañías se unen para poner en marcha una herramienta común que ofrezca un beneficio al conjunto de la industria. Pero en estos casos sucede a veces que la voluntad de algunas empresas se topa con su propia desconfianza hacia los rivales que están colaborando.

A finales de los años 90 la industria electrónica tenía un interés especial por encontrar una solución para conectar de forma inalámbrica ordenadores, móviles, ratones y teclados, cascos y otros dispositivos. Se necesitaba una tecnología estándar que permitiera una comunicación de corto alcance y que consumiera poca batería.

Jim Kardach, un ingeniero informático de Intel, recibió un encargo de su jefe en 1997. Le preguntó si sería capaz de dar con una solución para dotar de comunicación inalámbrica a un portátil. Kardach se puso manos a la obra, pero no trabajó solo. Intel se asoció con Ericsson, IBM, Nokia y Toshiba, que por aquel entonces representaban aproximadamente el 60% del mercado de portátiles y móviles, para crear un grupo sin ánimo de lucro que impulsara el desarrollo de la deseada tecnología inalámbrica.

El logo no podría ser menos que el nombre y para diseñarlo se eligieron las runas de las iniciales del rey. La ‘H’ y la ‘B’ de Harald Bluetooth provienen de hagall y berkana, las representaciones correspondientes en el alfabeto rúnico. El dibujo de la segunda resulta más familiar, una ‘B’ compuesta de un palo vertical y sendos triángulos adosados, mientras que la primera consiste en un palo vertical cruzado por una X en el medio. La confluencia de las dos runas da como resultado el logo de bluetooth.

Fotos de The Viking Herald

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