LA AMENAZA INVISIBLE: MUJERES Y LA DIFUSIÓN NO CONSENTIDA DE IMÁGENES ÍNTIMAS

La Difusión No Consentida de Contenido Íntimo: Un Asunto de Seguridad

Foto: REUTERS/Dado Ruvic/Illustration

Actividades cotidianas como ir al supermercado o disfrutar de un día en la playa ahora llevan consigo un riesgo latente: la posibilidad de que momentos íntimos sean registrados y compartidos sin consentimiento en plataformas digitales. Según una investigación del diario Público, alrededor de 70,000 hombres en Portugal participan en canales de Telegram donde se comparten y venden fotos y videos de mujeres, muchas de las cuales podrían no ser conscientes de que sus imágenes están siendo utilizadas de esta manera.

Este descubrimiento ha encendido las alarmas, especialmente a la luz del reciente caso en Francia de Gisèle Pelicot, quien fue víctima de múltiples violaciones mientras estaba inconsciente, con la complicidad de más de 50 hombres que no informaron a las autoridades. Este caso refleja una preocupante tendencia de desensibilización hacia la violencia sexual.

La investigación de la revista digital NiT reveló que exparejas, amigos y desconocidos son responsables de tomar o robar imágenes íntimas que luego se distribuyen en grupos de chat, con clasificaciones que van desde la apariencia física hasta la ubicación de las víctimas. Sorprendentemente, se estima que uno de cada 70 hombres en Portugal está involucrado en esta práctica. Las denuncias para eliminar este contenido de las plataformas han sido, hasta ahora, ineficaces.

De acuerdo con la ONG portuguesa Não Partilhes, la difusión no consensuada de contenido íntimo se considera violencia sexual en línea. La investigadora Maria João Faustino enfatiza que esta cultura no solo humilla a las mujeres, sino que también trivializa la violencia sexual, mostrando que los agresores pueden provenir de cualquier estrato social.

Una de las víctimas, Núria Silva, relató cómo comenzó a recibir mensajes inquietantes de desconocidos y descubrió que alguien había hackeado su cuenta para compartir videos íntimos. Su experiencia refleja el impacto devastador que estas violaciones a la privacidad pueden tener en la vida de una persona.