LA DIMENSIÓN GEOPOLÍTICA EN UN MUNDO EN CRISIS

Los crecientes conflictos internacionales y las tensiones económicas marcan un nuevo paradigma geopolítico que redefine las relaciones entre países y regiones.

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La geopolítica ha emergido como un eje central en el escenario internacional contemporáneo, donde los antagonismos políticos entre países y regiones generan tensiones crecientes y conflictos armados en diversas partes del mundo. Estas fricciones se manifiestan en tensiones económicas, comerciales y financieras que, a su vez, alimentan una polarización política interna en muchas naciones.

La rivalidad entre Estados Unidos y China es un ejemplo notable de este fenómeno, alimentada por las ambiciones de otras potencias como Rusia y el reacomodo de India. En este contexto, el análisis de los riesgos geopolíticos se ha convertido en un mercado en auge, dirigido principalmente a grandes empresas y organismos internacionales que buscan entender y anticipar los efectos de estos cambios.

México, por su ubicación geográfica y su integración económica en Norteamérica, es uno de los países que debe prestar especial atención a la dimensión geopolítica. La compleja relación con el narcotráfico, el flujo migratorio y las remesas son aspectos cruciales que influyen en su posición en este nuevo orden mundial.

El término «geopolítica», acuñado a principios del siglo XX por el geógrafo sueco Johan Rudolf Kjellen, describe al Estado como una entidad compleja donde interactúan demografía, política y economía en un territorio definido. Esta perspectiva se ha vuelto más relevante que nunca, dado que el entorno geopolítico actual se considera el más incierto en décadas.

El sistema internacional que surgió tras el fin de la Guerra Fría, basado en la ideología neoliberal, está siendo cuestionado. Las relaciones de cooperación internacional están bajo presión, lo que resulta en una mayor competencia en los ámbitos económico, político, militar y tecnológico.

Las recientes reuniones del grupo BRICS+ son una manifestación de este fenómeno, donde los estados buscan posicionarse individualmente y mediante nuevas agrupaciones. La invasión rusa de Ucrania ha sido un punto de inflexión en la economía mundial, afectando las relaciones con la Unión Europea y provocando repercusiones en el suministro de energía y alimentos.

El Fondo Monetario Internacional ha alertado sobre un futuro incierto en el panorama financiero global, con una posible desconexión entre la estabilidad económica a corto plazo y la creciente volatilidad asociada a los riesgos geopolíticos. Esta volatilidad, frecuentemente subestimada, puede tener un impacto significativo en los mercados, especialmente en un entorno marcado por disputas comerciales y conflictos bélicos.

En resumen, los procesos geopolíticos actuales están reconfigurando alianzas internacionales y redefiniendo estrategias, lo que resalta los riesgos a nivel nacional, regional y global. La capacidad de los países para adaptarse a esta nueva realidad determinará su éxito en un mundo cada vez más complejo.