Una empresa estadounidense se plantea el regresar a la vida a estos casi legendarios animales de la antigüedad, pero consigo traen una serie de debates muy interesantes.
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Los mamuts desaparecieron hace 10,000 años, pero es posible que vuelvan a caminar sobre la Tierra antes de que termine esta década. Los avances en la genómica podrían revivir especies extintas, aunque también plantean preocupaciones éticas sobre su uso en humanos. Antes relegada a la ciencia ficción, la “desextinción” ha avanzado con logros como la reconstrucción de cromosomas de un mamut que murió hace 52,000 años en Siberia, anunciada en la revista Cell. Colossal Biosciences, una empresa de biotecnología estadounidense, promete traer de vuelta a los mamuts en 2028.
Científicos creen que la primera criatura resultante de estos proyectos será un híbrido, con más de elefante que de mamut, creado mediante biología sintética, bioinformática y técnicas de clonación. En cuanto a los humanos, el mayor avance ha sido la secuenciación del genoma de homínidos extintos, como el Neandertal en 2010 y el denisovano en 2019, ambos trabajos liderados por Svante Paabo, ganador del Premio Nobel de Medicina.
Colossal Biosciences también planea revivir al tigre de Tasmania, extinto en 1936, y al dodo, extinto en 1681. Además, otra iniciativa busca resucitar al uro, antepasado de la vaca doméstica, utilizando genomas de razas bovinas europeas. Ben Lamm, CEO de Colossal, asegura que estamos cerca de revivir especies extintas, con la primera cría de mamut prevista para 2028.
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El proceso involucra insertar genes esenciales en el genoma de un elefante asiático, creando un embrión híbrido que se implantará en una madre sustituta. Sin embargo, la extinción plantea dilemas éticos y ambientales, ya que el mundo ha cambiado desde que estas especies existieron. Mejor que resucitar especies perdidas, argumentan los científicos, es prevenir la extinción de las actuales.
Intentos previos de des-extinción, como el de la cabra montés de los Pirineos en 2003, han sido complicados y poco exitosos. Mariano Zalis, genetista de la UFRJ, explica que el desafío principal es obtener ADN intacto. La des-extinción sigue siendo un proceso extremadamente complejo, aunque especies más recientes como el dodo y el tilacino tienen más posibilidades de ser revividas debido a la mejor calidad de sus muestras genéticas. El proceso para especies antiguas sigue siendo difícil y lleno de incertidumbres.