Anant Ambani y Radhika Merchant celebran su última boda en Bombay

Este fin de semana se celebró en Bombay la boda de Anant Ambani y Radhika Merchant, y no es exagerado decir que el mundo entero estaba pendiente de ella.

Miles de personas se congregaron en las calles de Bombay para ver cómo el hijo del hombre más rico de la India viajaba desde la casa familiar de Antilla hasta el Jio World Convention Center para su baraat. Millones más se engancharon a las redes sociales para ver a Kim y Khloe Kardashian (entre otras muchas celebrities) acudir vestidas con atuendos tradicionales indios y acompañadas de un equipo de cámaras. (Se rumorea que la familia estaba rodando un episodio de Las Kardashian). Mientras tanto, los medios de comunicación, desde The New York Times a la BBC, enviaron reporteros para cubrir el evento y los tabloides siguieron de cerca cada movimiento de la familia.

El fervor era comprensible. Mukesh Ambani, presidente de Reliance Industries, y Nita Ambani, su esposa, organizaron en marzo un hastakshar, un evento preboda, para su hijo y su prometida en el que actuó Rihanna. A finales de la primavera, celebraron grandes festejos para la pareja tanto en Londres como en un crucero que navegó por el Mediterráneo. Cabía preguntarse: si los actos previos a la boda fueron tan desmesurados.

Radhika cuenta que el fin de semana de su boda se eligió con la máxima intención: «Las fechas se escogieron estratégicamente entre el 12, 13 y 14 de julio por consejo de nuestro pujari familiar, que identificó momentos sincrónicos para nuestras celebraciones basándose en alineaciones astrológicas propicias tanto en mi carta astral como en la de Anant», cuenta. «Fue un proceso meticuloso».

Igual de meticulosa fue la organización pura y dura de la boda, supervisada por Nita Ambani junto a su hija Isha Ambani y su nuera Shloka Ambani. «Mi suegra fue la CEO de la boda, como yo digo», dice Radhika. «El compromiso y la visión de Nita dieron vida a toda la celebración». La familia contó con varios equipos de organizadores de eventos, además de su personal interno, que trabajaron sin descanso para orquestar el fastuoso enlace, de varias semanas de duración.

Las nupcias comenzaron el 5 de julio con un sangeet, un acto previo a la boda en el que la novia, el novio y sus familias bailan coreografías en el escenario para simbolizar su inminente unión. Radhika lució un traje de cristales de Abu Jani Sandeep Khosla –»Quería causar una impresión imborrable», dice la novia. Anant también optó por un look de Khosla, rematado con botones de rubíes y diamantes de Kantilal Chhotalal.

En el pecho, el novio llevaba un broche de guepardo, un guiño a su refugio de rescate de animales de 1.200 hectáreas, Vantara, situado en Gujarat. Isha, por su parte, lució un sari de Schiaparelli hecho a medida, el primero que confecciona la casa francesa de alta costura.

Cuando fue entrando la noche –y Justin Bieber subía al escenario para dar un concierto privado–, Radhika se puso un sari de cota de malla de Manish Malhotra. «Llevaba un corsé que le daba un toque moderno», explica Radhika. «Aunque pesaba bastante, todo mereció la pena».

En los días siguientes, la pareja celebró varias poojas (oraciones ceremoniales) y una ceremonia mehendi, en la que la novia y sus invitados se pintan las manos y los pies con henna. El 11 de julio celebraron el haldi, una tradición auspiciosa en la que los futuros esposos se cubren de pasta de cúrcuma para llamar a la prosperidad. Radhika llevaba pantalones sherara de Anamika Khanna y una dupatta (o estola) de flores. «El ambiente rebosó alegría y un poco de caos», dice Radhika. «Nuestro haldi es mi recuerdo más preciado».

El 12 de julio fue el baraat, o procesión nupcial del novio. Al llegar a la Jio World Convention, hubo actuaciones musicales y el recibimiento de cientos de bailarines mientras Anant llegaba a caballo. «Fue algo indescriptible. Nunca había visto nada igual», dice sobre el baraat el diseñador Prabal Gurung, uno de los más de 2.000 invitados que asistieron junto a Tony Blair, Nick Jonas y Priyanka Chopra: “Toda la sala estaba llena de flores y de famosos de Bollywood”. Dichas flores corrieron a cargo del organizador de eventos Preston Bailey, que hizo más de 60 esculturas de animales con flores autóctonas de la India, entre las que había monos, elefantes y tigres. Necesitó más de 100.000 flores para cada una. «Fueron muchas noches sin dormir», nos cuenta Bailey, que llegó a Bombay hace tres semanas para poder realizarlo a tiempo. Durante toda la velada, la gente hizo cola para hacerse fotos delante de las instalaciones.