Un pez común en acuarios resulta ser una especie desconocida para la ciencia

Cada vez es más difícil descubrir nuevas especies, aunque aún existen muchas desconocidas, y en ocasiones, aparecen donde menos se las espera.

En el mundo existen más especies desconocidas que conocidas por la ciencia, y además, cada vez es más difícil hallar nuevas. Esto se debe a varios motivos; en primer lugar, muchas especies desconocidas tienen poblaciones muy reducidas, y no se ha dado la circunstancia de que se hayan hallado individuos —algunas probablemente nunca se lleguen a conocer, y es posible que se extingan antes de ser identificadas—. Muchas otras habitan en entornos muy poco explorados hasta ahora o son particularmente esquivas por su tamaño, su comportamiento o por su forma de vida.

Garra de cola roja en su hábitat natural — N. Panitvong para Tangjitjaroen et al. 2023

Una especie desconocida en un acuario

Y hay otras que se desconocen únicamente porque son tan parecidas a otras especies conocidas, que aunque se hayan localizado algunos ejemplares, se han identificado de forma errónea. Por eso, en ocasiones, se encuentran especies nuevas en colecciones zoológicas o en herbarios, como ejemplares que en realidad fueron recolectados hace años o incluso décadas y que fueron etiquetados por error como miembros de otra especie. Ahí pasaron desapercibidos hasta que algún investigador muy observador se percataba del error, y describía una nueva especie.

También ha ocurrido, aunque de forma mucho más anecdótica, que ejemplares de una especie desconocida se infiltraran en algún hábitat en cautividad, y permanecieran ocultos durante un tiempo hasta que alguien los encontrara. Así se descubrió uno de los grupos más extraños de animales que existe: los placozoos —hallados por primera vez, en 1883, adheridos al vidrio de un acuario—.

Una de las últimas especies descubiertas también tiene relación con los acuarios, pero a diferencia de los placozoos, no se trata de una criatura microscópica y transparente que se oculte de la vista, sino de un pez de entre 6 y 7 centímetros de longitud, relativamente común en los acuarios domésticos, y que se comercializa desde hace más de dos décadas: el garra de cola roja.

Holotipo de garra de cola roja — Tangjitjaroen et al. 2023

La especie nueva común en los acuarios

Cuando el investigador Lawrence M. Page, del Museo de Historia Natural de la Universidad de Florida, se percató de que había algo extraño en ese pez tan popular en acuariofilia, desde hacía años. Para verificar sus sospechas, se dio cuenta de que era necesario capturar ejemplares en estado silvestre. Al fin y al cabo, en la acuariofilia, como en cualquier otro sistema de crianza o cultivo de seres vivos, el proceso de selección artificial puede dar lugar a muchas variantes que no existen en la naturaleza.

Su equipo se puso en contacto con otro investigador, Weerapongse Tangjitjaroen, de la Universidad de Chiang Mai, Tailandia, pues el género Garra es originario del Sudeste Asiático. Los investigadores recolectaron especímenes en el río Kasat, también llamado Ataran, un afluente de la cuenca del Salween, en el estado de Kayin en Myanmar y la provincia de Kanchanaburi en Tailandia. Los ejemplares eran morfológica y genéticamente compatibles con el popular garra de cola roja.

Río Kasat, hogar del garra de cola roja — Tangjitjaroen et al. 2023

Tras un análisis exhaustivo, comparando las muestras silvestres obtenidas con otras especies del género Garra, concluyeron que, en efecto, se trataba de una especie desconocida hasta entonces para la ciencia, y se sumaba así a la lista de cinco especies del género que se encuentran en la cuenca del Salween. Ha recibido el nombre de Garra panitvongi, en honor al eminente ictiólogo Nonn Panitvong, autor de una de las guías fotográficas más completas de peces de Tailandia.

La descripción de una nueva especie de pez que a la vez es un viejo conocido se ha realizado en la prestigiosa Zootaxa, una de las revistas científicas que más especies nuevas está describiendo, en los últimos años. Además, también se ha indicado que, hasta donde se sabe, esta especie es endémica del río Kasat, y no aparece en otras áreas de la cuenca de Salween.