ONU califica como «muy alarmante» la situación en Líbano tras la explosión de bíperes.

Las explosiones también han impactado a Siria, donde milicianos de Hezbolá han sido hospitalizados en varias zonas, incluida Damasco, según informa el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, que cuenta con fuentes locales.

La ONU calificó este martes de «extremadamente alarmante» la situación en Líbano, tras la muerte de al menos ocho personas y más de 2,800 heridos debido a la explosión de cientos de bíperes aparentemente coordinada por Hezbolá, un grupo político-militar chií.

El portavoz del secretario general de la ONU, Stéphane Dujarric, expresó en una conferencia de prensa que estos eventos ocurren en un contexto «muy inestable» en la región, marcado por la ofensiva israelí en Gaza y el conflicto entre Israel y Hezbolá.

«No podemos enfatizar lo suficiente los peligros de una escalada en Líbano y la región», afirmó Dujarric, destacando que tanto António Guterres, secretario general de la ONU, como sus representantes en la zona, han insistido en que las partes involucradas deben reducir las tensiones.

Dujarric lamentó la pérdida de vidas tras el incidente, del que tanto el Gobierno de Líbano como Hezbolá han culpado a Israel. Sin embargo, las autoridades israelíes no han emitido comentarios al respecto.

Las explosiones también han repercutido en Siria, donde combatientes de Hezbolá han sido atendidos en hospitales en lugares como Damasco, de acuerdo con información del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, que tiene fuentes en el terreno.